En el blog de Foto Formación encontrarás consejos, trucos y técnicas para desarroyar tu pasión

Gestión de color (III). Calibración del monitor
La evaluación de los valores de la imagen y sus ajustes o retoques necesarios, los realizaremos valorando la imagen en función de valores técnicos (histograma, balance de color, etc.) y evidentemente, de nuestra percepción visual a través de la pantalla del ordenador.
La calidad del monitor y el tiempo de uso efectivo, juegan un papel muy importante para una buena o correcta visualización, pero lo fundamental es: que esté calibrado y perfilado.

Copia de seguridad del archivo fotográfico
La copia de seguridad es el mejor amigo del fotógrafo cuando hay problemas informáticos. Ya que nuestro mayor tesoro es nuestro archivo fotográfico, hemos de cuidarlo especialmente. Las fotografías digitales son datos ‘no físicos’ que se almacenan en medios informáticos y si este medio deja de funcionar o falla … podemos llegar a perder todas nuestras fotografías.

Gestión de color (II). Proceso de perfilado para cámaras:
La gestión de color puede ser un círculo cerrado, desde la toma o adquisición de la imagen pasando por la visualización en el monitor y llegando hasta la copia impresa.
La creación de un flujo de trabajo completo empieza creando un perfil de color en la toma, por lo que debemos empezar preparando la iluminación.
Para incluir la captura en el proceso deberemos realizar un perfil de color a partir de una fotografía de una carta de color en las condiciones de luz que tenga la sesión a realizar.

Quien tiene una impresora tiene un tesoro (II)
Para sacar el máximo provecho de nuestra impresora, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es conocer las características de nuestra impresora e investigar las opciones de configuración disponibles en el driver de la impresora (el programa de configuración de los ajustes y calidad de impresión).

Gestión de color (I). Concepto
La gestión de color es el sistema para mantener y preveer, con unos márgenes tolerables, las propiedades de una imagen desde la entrada (toma) pasando por la visualización (pantalla) y llegando a la salida (impresión).
Todos los dispositivos de captación, visualización e impresión que se dediquen a reproducir imágenes con precisión deben estar calibrados y usar un perfil personalizado.

Profundidad de color, 8 bits y 16 bits. ¿Para qué?
A menudo hablamos de la profundidad de color de un formato de archivo, para indicar su calidad, la información que este contiene o la capacidad que un tipo de fichero tiene para su posterior edición. En ese momento se empieza a hablar sobre los bits por canal que tiene el formato determinado (8, 16 o 32 bits).
Básicamente podemos definir la profundidad de color de una imagen haciendo una analogía con la pintura. Es el equivalente a la paleta de colores de la que dispone un pintor. Cuantos más colores y tonos de color disponemos más suave serán las transiciones de color o degradados. Con lo que tendremos más precisión para definir un color, tendremos más gama de valores de luminosidad y evidentemente tendremos más margen de ajuste para editar o ajustar una imagen, si es necesario.

Quien tiene una impresora tiene un tesoro (I)
Con las impresoras nos quedamos con la idea de que tenemos una máquina de imprimir facturas o fotos en papel brillante, mate o perlado.
Las impresoras actuales permiten realizar unos trabajos con una calidad plenamente profesional.
El secreto es tan simple como saber escoger el papel adecuado, tener su perfil de color y realizar los ajustes correspondientes en el software de impresión (tanto en el programa que efectúa la gestión de color, como en el driver de la impresora).